En esta pandemia ha sido un poco difícil adaptarse, a estar en el mismo lugar con las mismas personas, intentando no aburrirse en casa; es difícil, pero en estos momentos es que se pone a prueba tu fé y todo lo que has aprendido. En estos tiempos se puede reflexionar, podemos ver los errores que cometemos a diario y también como corregirlos.
En este instante podemos ser mejor persona de lo que éramos antes, podemos escudriñar más sobre nuestra espiritualidad sin importar que seas católico, cristiano, budista, etc. Dios siempre estará para todos en los momentos que nos sintamos solos, la familia estará hay apoyándonos. A propósito para ellos tampoco es fácil esta cuarentena, se les hace difícil el trabajo, se estresan demasiado, porque para nadie es fácil, estamos acostumbrados a compartir con más personas, no ha estar todo el tiempo en casa.
Nosotros debemos ayudar a nuestros padres, debemos colaborar con lo que nos corresponde nuestro estudio, las labores de casa etc. Esas pequeñas cosas hacen la diferencia, como hacerle un tinto a nuestra madre o atender a mi padre eso les ayuda porque saben que estamos ahí para ayudarlos, comprometernos a mantener la paz entre todos y ser honestos, todo estará bien si tenemos la esperanza de que esto pasara rápido porque Dios está con nosotros.
Para nuestros maestros tampoco es fácil enseñar a través de una pantalla debemos comprender a los demás.
No somos las mejores personas para juzgar a otras personas, todos somos iguales todos tenemos las mismas capacidades y los mismos derechos. Ahora en esta cuarentena podemos ver la falta que nos hace nuestros familiares y amigos por eso debemos valorar a todas las personas a nuestro alrededor, porque nos harán falta en algún momento.
Aprovechemos los momentos que Dios nos dá cada día al lado de las personas que queremos, porque puede que un día no estén ahí para nosotros.
Gracias por leer esto linda personita.