Este año fue para muchos un año que marco cierto “punto y aparte” en sus vidas, el encierro repentino que provoco este virus pandémico covid-19 (coronavirus), puso a todo el mundo en cuarentena, evitando la socialización directa y presencial del mundo entero y provocando pánico mundial ante la amenaza del virus, pero como se dio a conocer en este recorrido, una de las cosas que se complicaron fue la comunicación presencial, algo que para muchos significo un alto a su vida social, creando una nube de sentimientos tanto para los más grandes, hasta los más pequeños.
Este problema empezó cuando se implementó la cuarentena obligatoria, privando a niños, jóvenes, adultos y comunidad de la tercera edad a convivir más en un entorno pequeño, lo cual a simple vista se pensó no iba a afectar mucho, gran error.
Los más afectados y a los que más se noto fue a los jóvenes adolescentes, los cuales a la falta de actividad social presencial empezaron a sentir ciertos trastornos psicológicos, ansiedad, depresión, soledad, entre otros, añadiendo su repentino cambio a la virtualidad de las clases a los que muchos aseguran fue un cambio muy duro y complejo que atrajo más mal que bien,
comentando que la comunicación entre docente y estudiante era escasa y de mala calidad debido a las diferencias de conexión y a la poco que el estudiante podía entender. Afecto sus relaciones personales, ya que muchos de estos no pudieron compartir con sus otros compañeros su año escolar de manera normal y haciéndolo más aburrido y frustrante como aseguran estudiantes de último año.
Ante esta problemática muchos jóvenes optaron por adaptarse a un nuevo modo de socializar, bastante amplio por que podrían encontrar a miles de amigos y no solo de la zona de residencia, sino a nivel nacional, hasta internacional, permitiendo asi enterarse de la situación de otras ciudades y/o países, haciéndose capaces de aprender desde nuevas culturas mundiales hasta nuevos idiomas, aumentando asi su conocimiento considerablemente e incrementando sus habilidades sociales.
Esto represento una disminución considerable en los casos de trastornos mentales, incrementando asi confianza en si mismos y dejando un claro mensaje de que a pesar de que no fue el mejor año, pudieron hacer otras cosas, aprender un nuevo idioma, informarse acerca de alguna cultura extranjera, descubrirse a si mismos y viendo su panorama con mejor perspectiva
Por: Juan David Barrera
11°H Modalidad: Comunicación social y periodismo