El 27 de agosto se celebró con alegría y jubilo los 60 años de nuestra Institución Educativa Braulio González, en el que la Simón Bolívar organizó la final del mundialito de niños y profes contra los padres de familia, este evento dio inicio a las 7 de la mañana con el himno del Braulio González y una charla motivadora de la coordinadora Yolanda Carvajal. Cada niño, junto con su director de curso vestirían el uniforme de su país y mientras celebraban con cantos y gritos apoyaban a los diferentes equipos. Con cada bandera y uniforme la Simón Bolívar presencio los colores de países como Argentina, Portugal, Japón, Francia, Inglaterra, entre otros, convirtiéndola en un lugar lleno de diversidad y culturas diferentes.
El primer encuentro deportivo que se realizó fue el de padres de familia y profesores en el que se demostró talento y espíritu deportivo por parte de ambos equipos, un partido que dejó emocionados a todos los espectadores tanto estudiantes como demás profesores, llenando de gritos a las paredes de la sede de los más pequeños de la institución viendo a sus docentes competir contra padres para ver quien saldría campeón. Finalizando el partido se reveló el marcador siendo este un 7-2 ganando el equipo de los profesores que con alegría y celebraciones de sus estudiantes dieron por finalizado este primer encuentro.
Sin perder nada de tiempo, la Simón comenzó con su segundo partido del mundialito en el que participarían madres de familia y profesoras de la institución, un partido bastante reñido en el que tras varias disputas por cada equipo concluyó en un 1-0 ganando profesoras para ahora si abrir inicio a los juegos de estudiantes en el que equipos como Francia e Inglaterra decidirían quien se quedara con el trofeo siendo este reclamado por Inglaterra con un resultado de 3-0. Y este fueron algunos encuentros deportivos del mundialito de la Simón Bolívar demostrando la unión de sus participantes e integración de estudiantes, padres de familia y docentes, una experiencia única para los más pequeños de nuestro templo amado del saber.
por: Andrés Morales