Comenzaré por advertir que, la falta de lucidez de este mundo, tan cambiante y proteico, en el que se ha hecho casi imposible predecir el curso de los acontecimientos, como lo dice Bautman; nunca antes había sido tan certero como hoy, cuando el mundo enfrenta un reto único e inédito. No cabe duda que, los docentes hemos sido testigos y protagonistas de las diferentes transformaciones que ha padecido la sociedad. Pero, indudablemente hay que reconocer, que este último cambio si ha dejado por fuera a toda dimensión metamórfica, imaginada por los maestros. Me explicaré: esa sentencia tarareada por todos los medios de comunicación, aquel 16 de marzo, la promulgación de la exigencia de suspensión de aquel oficio, el que indudablemente, mejor sabe hacer un docente: la docencia. Hasta aquí, resultaba todo comprensible, no acercarse a l lugar de trabajo por prevención y cuidado de la salud. Pero luego vino lo otro; la escuela dejó de ser escuela, el profesor dejó de ser profesor, y así sucesivamente, la vida, el mundo, mi mundo, el otro mundo, todo cambió. Por consiguiente, registro aquí solo unos ejemplos apoyándome en el blog de uno mis mejores referentes académicos, Fernando Vázquez Rodríguez, que me ayudan a demostrar, unos cambios que bruscamente, sin darnos espacio de parpadear, la sociedad ha implementado y, por ende, nuestra labor docente.
Así las cosas, Pedagogía, la ciencia que ha dedicado toda su vida a la enseñanza y la educación, en nuestros tiempos, en la era del coronavirus, Pedagogía no es más que una muletilla empleada por algunos gobernantes para mostrar que la política sabe muy poco de educación y en otras ocasiones, un término al cual acuden algunos gobernantes para suavizar el autoritarismo.
Entre tanto, la disciplina, ese vocablo insigne de pasillos y aulas de la escuela cambia radicalmente, hoy se apetece para designar que Disciplina es: auto higiene social y la prueba más difícil para quienes se sienten sanos o invulnerables a la pandemia. Por su parte, el imperativo tan usual en el discurso docente, para inculcar orden y disciplina, Hagan caso: en nuestro día simplemente es: recomendación de un sobreviviente del covid-19, que estuvo a punto de morir.
Y en ese arrebato de identidad a labor del docente, la mayor exigencia, el mayor reto y la solución es la educación virtual. Pero tranquilos, les presentaré la definición. Educación virtual: el maestro enseñando a estudiantes y padres de familia durante veinticuatro horas. Entendiendo así la educación virtual el maestro debe presentar su despliegue pedagógico y didáctico mediante una admirable y bendecida herramienta tecnológica en la era del coronavirus: La videoconferencia, y esta la sintetizo por ahorro de papel y tiempo, VideoConferencia: encuentro contigo, pero sin ti.
No cabe duda que, por estos días de confinamiento, usted amigo docente ha sentido añoranzas de ese llamado al orden en el campo de la escuela, donde para rendir homenaje al tricolor nacional, usted decía: tomen distancia y ese tomen distancia era sinónimo de organización, orden y disciplina. Resulta que la era coronovisiaica, no sólo la parafraseó, sino que también le asignó nuevo significado. ¿Distanciamiento social y qué es distanciamiento social? La proxémica administrada por el miedo al contagio. Quiero añadir que, ni siquiera las extremidades del cuerpo humano, se han salvado de engrosar el diccionario del coronavirus; las manos de los niños que se tendían para coger, para acariciar, para crear, hoy ese referente no pasa más de ser simplemente, Mano: extensión del brazo que sirve, principalmente, para lavarla con jabón cada dos horas.
Falta por decir, apreciados docentes que en el momento crucial que estamos viviendo no nos queda otra alternativa que reinventarnos. Pero ojo, ese reinvento debe ir dentro de lo estipulado por el nuevo orden mundial. Así que veamos de cerca de que se trata.
Reinventarse: consecuencia económica del covid-19 que consiste en tratar de hacer lo mismo, pero con computador.
Finalmente, los quiero felicitar admirables docentes por la resiliencia que los ha caracterizado y por esa fortaleza que ha permitido que su labor pedagógica llegue a los estudiantes; si, los felicito porque ustedes deben estar usando la plataforma Zoom, pero ni más faltaba, le dejo también el neosignificado de Zoom: servicio de videoconferencia –que la pandemia volvió habitual–mediante el cual se habla en público, estando solo.
Por: Mg. Virginia Rodríguez